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Nuestra Señora de Lourdes, un legado de Fe, Esperanza y Amor

Nuestra Señora de Lourdes, un legado de Fe, Esperanza y Amor

Nuestra señora de Lourdes hace referencia a las apariciones Marianas que tuvieron lugar en 1858 en Lourdes, una pequeña ciudad francesa que fue testigo de, por lo menos, 18 apariciones que involucraron a Bernadette Soubirous, una joven de 14 años dedicada al campo.

Cada 11 de febrero se conmemora la primera aparición de Nuestra Señora de Lourdes, día en el que la pequeña Bernadette aseguró ver una “dama” vestida de blanco. En sus demás apariciones destacan eventos como cuando “La dama” instruyó a la joven a cavar en la tierra donde eventualmente brotaría un manantial, o también conocida como el agua de la gruta, a esta fuente hídrica se le han atribuido curaciones milagrosas

No fue hasta su decimosexta aparición cuando la “dama” se identificó como “La Inmaculada concepción” compartiendo mensajes de fe, arrepentimiento y oración con Bernadette. En respuesta a las apariciones y milagros relacionados, se llevó a cabo la construcción de la Basílica de Nuestra Señora de Lourdes en el lugar de las apariciones, siendo un importante y destacado lugar de peregrinación católica

Desde entonces, millones de fieles de todo el mundo se dan cita cada año en Lourdes, avigorando un legado de devoción, amor y esperanza. En este lugar sagrado los peregrinos acuden en busca de sanación espiritual y física, devotos en los milagros atribuidos al agua bendita que fluye de la gruta de Massabielle, donde se le apareció la Virgen a Bernadette.

La festividad de Nuestra Señora de Lourdes se lleva a cabo en medio de tradiciones, que reflejan una profunda devoción de los fieles, desde la procesión de antorchas, hasta la bendición de los enfermos, pero más allá de los eventos ceremoniales, la festividad de Nuestra Señora de Lourdes ofrece a los peregrinos la oportunidad de encontrar paz, y un entorno propicio para la oración. Es un espacio de fe, esperanza y amor que une a personas de culturas diferentes en un acto de devoción compartida, en este lugar sagrado la presencia de la Virgen María sigue inspirando a millones de personas, recordándonos que aún en los momentos más oscuros la luz de la fe nunca se apaga.

Oremos: Virgen María de Lourdes, Madre amorosa, intercede por nosotros en nuestras necesidades. Llena nuestros corazones con tu gracia sanadora y danos la fortaleza para caminar con fe y esperanza. Amén.

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