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El origen de las deudas kármicas
Las deudas kármicas significan que algo negativo que ocurrió en el pasado debe ser abordado en el presente o en el futuro para poder seguir disfrutando de la vida plenamente puede acumularse de muchas formas. Esto incluye las relaciones amorosas que terminaron mal y las situaciones en las que se causó daño físico, emocional o psicológico a alguien.
La deuda kármica, a menudo proviene de instancias más mundanas. Por ejemplo, si querías hacer frente a un familiar o amigo, pero estabas demasiado asustado para actuar, entonces esta instancia se convierte en parte de tu deuda kármica. Tendrás que hacer frente a esta persona o alguien representativo de esta persona, antes de poder seguir adelante con tu vida. Del mismo modo, si no pudiste darle las gracias a alguien por algo, puedes acumular deuda kármica y tendrás que expresar tu gratitud. La deuda kármica no solo se aplica a las relaciones entre los seres humanos. Por ejemplo, alguien que ha dedicado su carrera a la tala de árboles o haciendo otra cosa que dañe el medio ambiente puede tener una deuda kármica con el mundo natural. La deuda puede ser resuelta al convertirse en un activista del medio ambiente o donando tiempo y dinero a los esfuerzos conservacionistas.
Cada deuda ofrece una lección y estas lecciones le permiten al alma evolucionar, no es un castigo. Puede sentirse incómodo porque requiere hacer frente a las heridas y miedos del pasado. Sin embargo, estas sensaciones incómodas se van cuando se paga la deuda. En realidad, la deuda kármica es un medio para ayudar a reemplazar el dolor y el miedo por la paz y la esperanza para lograr ser más saludable y poderoso en el futuro.