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La Virgen de la Caridad del Cobre

La Virgen de la Caridad del Cobre

La Virgen de la Caridad fue coronada como Reina y Patrona de Cuba por S.S. Juan Pablo II, el sábado 24 de enero de 1998, durante la Santa Misa que celebró en su visita apostólica a Santiago de Cuba.

A unos 16 kilómetros al oeste de Santiago de Cuba se encuentra el pueblo de El Cobre, fundado en 1598. Al sur del área se encuentra la Basílica de Nuestra Señora de la Caridad. Cuenta la leyenda que una mañana de 1628, dos indígenas de apellido Hoyos y un esclavo negro de 10 años salieron de Barajagua a buscar sal en el golfo de Nipe. Cuando llegaron a este lugar, se encontraron con que la sal no se podía recoger debido al mar embravecido.

Después de la tormenta, continuaron hacia las salinas costeras. Pero de repente, vieron un objeto blanco flotando sobre las olas, caminando lentamente hacia ellos. Al principio pensaron que era un ave marina o una rama seca, pero cuando se acercaron, era la imagen de la Virgen María con un niño. En la mesa sobre la que se encuentra la figurilla se lee: “Yo soy la Virgen de la Caridad”, y según se cuenta, a pesar de la tormenta y del movimiento de las olas, ni la imagen de la Virgen, ni su ropa estaban mojadas.

Durante más de tres siglos, la imagen de la Virgen permaneció en su santuario de El Cobre, y con el paso de los años se inició la construcción de un templo más grande, con su gran inauguración el 8 de septiembre de 1927. En 1977, el Papa Pablo VI las elevó a la categoría de catedrales.

La figura de la Virgen de la Caridad es pequeña, su rostro es redondo. Sostiene al niño Jesús en su brazo izquierdo y un globo terráqueo en una mano. El 10 de mayo de 1916, el Papa Benedicto XV la proclamó patrona de la isla.

Oración a La Virgen de la Caridad del Cobre

Quédate Señor,

con la comunidad de tus discípulos.

Renueva en nosotros el don de tu amor.

Anímanos y consérvanos en la fidelidad,

para que anunciemos a todos con alegría,

que tú nos has resucitado

Y que nos has dado la misión

de ser tus testigos.

Que María de la Caridad,

discípula y misionera,

Madre de todos, nos acompañe y proteja.

Amén.

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